¿Por qué el asombro de los discípulos ante el rechazo del rico?

Un hombre rico se acerca a Jesús preguntándole qué tenía que hacer para tener vida eterna, a lo que Jesús le responde que debía guardar los mandamientos y vender todas sus propiedades y dárselos a los pobres (Mateo 19:16-21). Pero el rico no aceptó y se fue triste. Es entonces cuando Jesús afirma que los ricos difícilmente entrarán en el reino de los cielos. Los discípulos entonces se asombran en gran manera (Mateo 19:25). Pero, ¿por qué se asombran los discípulos?


Pues bien, los judíos creían que los ricos tenían riquezas porque habían sido recompensados por Dios por su justicia. Habían sido premiados por haber sido obedientes a Él en esta vida (Deut. 28). Por lo tanto, la creencia popular era que si había alguien que estaba bien con Dios ésos eran los ricos. Estaban primeros en la lista de los que serían salvos. Jesús habló diciendo que los ricos difícilmente entrarían en el reino de los cielos, porque confiaban en sus riquezas para ser salvos (Marcos 10:24).

Los discípulos se asombran en gran manera (Mateo 19:25), pues conocían la creencia de que los ricos eran salvos. Ante las palabras de Jesús, pensaron que si un rico, que supuestamente era la persona en mayor comunión con Dios, difícilmente sería salvo, entonces, ¿quién podría serlo? (Mateo 19:25; Marcos 10:26).